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Código de Referencia: ES.28079.AHN/3.4.5.96.1.4
Título /Nombre Atribuído: Monasterio de Santa María de Sigena (Huesca)
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01-01-1177
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31-12-1806
Nivel de Descripción: 2ª División
Enlace a PARES 2.0: http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/description/12910628
Contiene unidades en PARES 2.0: http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/contiene/12910628
Historia Archivística: Los documentos, procedentes de la Castellanía de Amposta, de la cual dependió Sigena, pasaron a formar parte del Archivo General de la misma, que tuvo su sede en San Juan de los Panetes, en Zaragoza. Desde allí se trasladaron en 1877 al Archivo General Central de Alcalá de Henares, para venir finalmente al AHN en 1898.
Historia Institucional/Reseña Biográfica:
El monasterio de Santa María de Sigena fue fundado en 1188 por doña Sancha de Castilla, esposa de Alfonso II de Aragón en unas tierras recién conquistadas y ubicado estratégicamente entre Huesca, Zaragoza y Lérida, como lugar de paso obligado de paso para la corte itinerante, motivo por el cual también el monasterio fue utilizado como depósito de documentos de la cancillería real en los siglos XIII y XIV, de los reyes Pedro II y Jaime I, tales como acuerdos y pactos con los reinos de Castilla y Navarra, la conquista de Valencia y Mallorca y la administración de los territorios occitanos, hasta que se llevó a cabo la organización del Archivo real en Barcelona por Jaime II. Asimismo, desempeñó una labor repobladora en los Monegros, zona donde la población era escasa debido a sus condiciones geográficas y climáticas, así como ser una zona de paso entre el dominio cristiano y el musulmán, fundaron villas. Su vinculación con los reyes de Aragón fue muy estrecha siendo la mayoría de las monjas de procedencia nobiliaria o incluso de la familia real y se convirtió en panteón real. Por estas circunstancias, el monasterio de Sigena va a estar estrechamente ligado a la realeza y nobleza aragonesas.
El lugar elegido para su fundación era una encomienda de la Orden de San Juan de Jerusalén dependiente de la castellanía de Amposta, que incluía los términos Sena y Sigena que habían sido concedidos por Ramón Berenguer IV a los sanjuanistas en 1157. Sigena fue un monasterio dúplice, pues allí existía ya una casa masculina junto a la cual se edificó la nueva residencia para las monjas. Los frailes se encargarían del culto y de la asistencia espiritual de las monjas y de las poblaciones dependientes del monasterio, así como de la administración de las propiedades del monasterio, aunque con la supervisión de la priora antes de tomar un acuerdo. La particularidad de Sigena fue el que la comunidad masculina quedó bajo la autoridad de la priora, la cual a su vez dependía del castellán de Amposta en cuya jurisdicción se encontraba el monasterio.
Aunque Sigena se creó en territorio de la castellanía de Amposta, la reina doña Sancha pretendió desde el primer momento que su fundación gozase de autonomía con respecto a la castellanía y que no hizo sino aumentar con el paso del tiempo y que arrastraría consigo a los frailes. Los inicios se puedan datar a comienzos del siglo XIII cuando en el año 1202 el rey Pedro II eximía al castellán de Amposta y a la orden del Hospital de responder por las deudas de Sigena. Al año siguiente, el 1203 el papa Inocencio III, ponía al monasterio bajo la jurisdicción del obispo de Lérida. Ambas partes, el castellán de Amposta y el monasterio de Sigena, recurrieron al maestre de la orden en Malta para la resolución del conflicto. El enfrentamiento continuó hasta que en 1569, el monasterio, de motu propio, solicitó al gran maestre del Hospital ponerse bajo su jurisdicción pero manteniendo sus usos y costumbres, a lo cual accedió el maestre. Para asegurarse todavía más el acuerdo, Sigena pidió que este acuerdo donde se mantenían sus privilegios fuese ratificado por una bula papal, que fue otorgada el 12 de octubre de 1569, que a su vez fue aprobada al año siguiente por el gran maestre de la orden. Sin embargo, la decisión no fue aceptada por los caballeros de la castellanía que pretendían seguir ejerciendo su derecho de visita al monasterio.
No obstante, la vida transcurrió con normalidad en Sigena hasta que los franceses saquearon el monasterio durante la Guerra de la Independencia. La desamortización de Mendizábal puso en peligro su existencia, aunque gracias a que su venta fue declarada nula en 1857 por defecto de forma y la comunidad pudo regresar. Peores consecuencias tuvo el incendio y saqueo del monasterio en agosto de 1936 por una columna de anarquistas de camino al frente de Huesca, profanando las tumbas reales y destruyendo numerosas obras de arte. Aunque los trabajos de restauración se iniciaron tras la guerra civil la escasez de presupuesto los ralentizó hasta que en 1988 se les dio mayor impulso con la restauración de la Sala Capitular. En 2004 se acometió por parte del Gobierno de Aragón y la Fundación Caja Madrid la restauración del claustro, el dormitorio y los muros y las torres exteriores.
Forma de Ingreso: TRANSFERENCIA
Observaciones del Ingreso:
Nombre del/los productor/es:
Alcance y Contenido:
Signaturas:
OM,Car.705/707
OM,8126/8128
Valoración, Selección, Eliminación:
Nuevos Ingresos:
Organización:
Condiciones de Acceso:
Condiciones de Reproducción:
Lengua/escritura(s) de los Documentos:
Características Físicas y Requisitos Técnicos:
Estado Conservación: ---
Observaciones Conservación:
Índices de Descripción:
Instrumentos de Descripción:
Existencia y Localización de los Originales:
Existencia y Localización de las Copias:
Unidades Relacionadas por Procedencia:
Otras Unidades Relacionadas:
En el Archivo de la Corona de Aragón se conserva un fondo de Sijena procedente del Servicio de Recuperación Bibliográfica y Documental.
Por otro lado, el portal DARA ofrece acceso a documentación relativa al Monasterio de Sigena conservada en diferentes archivos:
https://dara.aragon.es/opac/app/simple/sixe
Notas de Publicaciones:
Notas:
Control de la Descripción - Notas del Archivero:
Control de la Descripción - Reglas o Normas:
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