Código de Referencia:

Título /Nombre Atribuído: FONDO MUNICIPAL DE LUMBRALES

[f] 01-01-1568 / 31-12-2004

Nivel de Descripción: Fondo

Historia Archivística:

Historia Institucional/Reseña Biográfica: Lumbrales es hoy la capital de El Abadengo. La primera noticia documental que tenemos de la villa, es en el S. XII, en el documento de Fernando II de León, de restauración de la diócesis de Ciudad Rodrigo, donde se nombra su iglesia bajo la denominación de “Sancta María de Liminares”. La villa ostenta el título de “Villa de Orca y Cuchillo”por privilegio concedido por los reyes debido a su importancia dentro del reino. Se supone que estos lugares estuvieron prácticamente despobladas durante varios siglos y hasta prácticamente el S. XII en que se tiene constancia de la repoblación de Ciudad Rodrigo, San Felices, Yecla de Yeltes y, posiblemente, de otros pueblos de la zona. En 1647 Rodrigo de Castro, gobernador de Beira, junto a Sancho Manuel, después de sitiar Gallegos de Argañán y San Felices sin demasiado éxito desahoga su cólera contra Lumbrales incendiando parte de la villa. Ya en el S. XIX, en plena invasión francesa, Lumbrales será durante un tiempo sede del gobierno de la provincia Salmantina, dominada en su mayor parte por las tropas francesas. Desde aquí , bajo el mando del general Castaños, Don Carlos, Conde de España y gobernador de la parte de la provincia no dominada por los franceses, planea y ordena a Julián Sánchez, la reducción de las tropas francesas en Ciudad Rodrigo, consiguiendo la victoria. En 1880 Doña Isabel de Borbón, hija de la reina Isabel II, estuvo en Lumbrales en representación de su hermano Alfonso XII para la inauguración del ferrocarril Fuente de San Estaben a Barca d´Alba. Dicha línea férrea fue construida gracias a los desvelos de quien sería distinguido con el título de Conde de Lumbrales , concedido por la reina María Cristina en 1888. El origen y nacionalidad de los condes de Lumbrales es portugués, si bien está vinculado a España por el matrimonio de este primer conde con una mujer de la villa de Lumbrales. La economía de Lumbrales se sustentó durante largo tiempo con la fabricación de paños. Hasta hace apenas medio siglo aún se conservaban en Lumbrales unos métodos de fabricación de telas y una maquinaria centenaria que hoy solo puede verse en el museo de la villa. Los telares de Lumbrales consumían más 15000 arrobas de lana en sucio, fabricándose en ellos, entre otras cosas, más de 2900 mantas.”Tiene la fábrica para seguridad de sus progresos la pronta venta á dinero en mano de todos sus géneros en el Reyno de Portugal”, describe Larruga, “y las manufacturas y frutos nuestros que se extraen a dominios extranjeros, merecen la preferencia y protección del Soberano”. La industria estuvo protegida efectivamente por real ordenanza de Carlos III. El monopolio provocado por ciertos señores de Ledesma, que acaparaban toda la lana de la zona a bajo precio antes del esquileo y vendían después a cantidades exorbitantes, o la diversidad de peso en las mantas de los distintos fabricantes y la mezcla de lanas inferiores de buey y cabra provocaron cierto decaimiento que “Según dictamen de personas instruidas, convendría para reestablecimiento de esta fábrica”, que el Rey dispusiera de ciertas disposiciones , como la de que los vecinos de Ledesma y otros pueblos en que no haya fábrica, no puedan comprar lana al contorno de diez leguas de Lumbrales; que se prohiba y castigue con rigor el abuso en los tintes, que toda la manta en general pese quatro libras y se puedan hacer mantas de mas peso, pero no de menos, o que, finalmente, “El fabricante más sobresaliente pase a Palencia a perfeccionarse en su oficio a costa de los propios de la villa, y que después se instruya en calidad de maestro, y veedor perpetuo con cien ducados de sueldo anual, y obligación de tener escuela pública del arte”.En un libro publicado por Luis Cortés, en 1957, queda constancia de una actividad industrial artesana, de la que hoy no queda ni rastro. Lumbrales en aquellos años ofrecía un muestrario completo de todas las etapas de transformación de la lana en paños y tejidos. Los tornos, ruecas, telares y batanes que en 1950 estaban en plena actividad, con procedimientos seculares, quedaron definitivamente arriconados. Como ya se ha indicado Lumbrales es considerada la capital del Abadengo comarca de la que consideramos importante introducir una breve reseña histórica.
El Abadengo en una comarca situada al oeste de la provincia de Salamanca y está constituida por doce municipios. Pertenece al partido judicial de Vitigudino y al Obispado de Ciudad Rodrigo. En la baja Edad media , la estructura política era muy compleja y las jurisdicciones a las que estuvieron sometidos fueron principalmente tres: Señoríos de Realengo, Señoríos de Abadengo y Señoríos Solariegos. El Padre César Morán, nos indica que “Lumbrales y su territorio se llaman el Abadengo por haber pertenecido a los Templarios, que tenían aquí un abad, al desaparecer la orden en 1312, pasó el Abadengo al Obispado de Ciudad Rodrigo”. Igualmente Eugenio García Zarza nos dice: “Estas tierras pertenecieron en los siglos XII y XIII a la poderosa orden de los Templarios, cuyo abad residía en Ciudad Rodrigo, al disolverse la orden en 1311, las tierras fueron repartidas entre la orden de los Hospitalarios de San Juan y la diócesis de Ciudad Rodrigo”. Por otro lado Juan F. Arroyo Hernández nos informa: “ la Comarca del Abadengo, aunque pasó a la tierra de Ciudad Rodrigo después de la disolución de los templarios, no se integró en ninguno de los sexmos porque todas sus villas se convirtieron en villas exentas, con jurisdicción ordinaria propia. Alguna de realengo como La Fregeneda, otras de señorío secular o solariego como Hinojosa, Cerralbo, San Felices de los Gallegos con los lugares de Ahigal y Sobradillo y el resto señoríos eclesiásticos, Bermellas, Lumbrales y La Redonda. Los municipios de Olemdo de Camaces, Bañobárez y Fuenteliante entonces pertenecían al Sexmo del Campo de Camaeces dentro de la tierra o alfoz de Ciudad Rodrígo. Estos pueblos nunca pertenecieron a los Templarios, aunque posteriormente fueron incluidos en la comarca del Abadengo al hacerse la división en partidos y comarcas en el S. XIX”: También tenemos noticia que hasta 1812, el Obispo de Ciudad Rodrigo, el Duque de Alba, el Marqués de Cerralbo y otros, tenían la jurisdicción sobre las villas del Abadengo. El obispo era quien nombraba el alcaide de la cárcel de Lumbrales.

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